jueves, 24 de junio de 2010

Carta de un ave

Ha llegado un momento en mi vida, en el que me siento atada a nudos fuertes, tengo una persona que me mira y no me deja seguir, mi sueño de convertirme en lo que quiero ser, se esta desvaneciendo, no me gusta tener que recibir comentarios que no me gustan, quiero hacer las cosas porque me nacen, no porque me las dicen, ser la mirada de esa persona a diario me da miedo, observando lo que hago o dejo de hacer .
Nunca tuve a una persona que vigilara cada paso que tomo, es como si un psicopata siguiera mis pasos.
Si bien no quiero volver a ser la misma de antes, saliendo de un pozo oscuro del que crei un dia crei: ¨no tengo salida¨, desde  el momento en el que sali  me senti feliz, pero ahora, siento que vuelvo a ser, la misma ave encerrada en su jaula.
Dudo, volver a ser feliz despues de lo ocurrio, mi destino supongo que cambio desde ese momento, sentia como mis entrañas se retorcian de dolor, a pesar que no habia recibido golpes.
Siendo a la que siempre humillen, pisoteen, recibe malos tratos, y sin embargo sigues ahi detras de aquella persona que te hizo tanto daño, es complicado ser lo que soy.
Huelo miedo al rechazo, pero se que es lo mejor, seguir siendo como soy.
Temor, temor, temor, tan debil puedes sentirte .
Hasta que llega el dia,  parte esa ave de su jaula, abre sus alas blancas, siente la brisa del mar, el aire en la cara, olor a libertad, no hay familia que te mire, no hay quien te juzgue, no hay miedos, solo estas tu y tus sentidos, para volver a vivir, sola sin ataduras, volando con un solo proposito ser feliz, en un mundo en el que sufrir y temer no sea un delito, donde te enamoras y el amor no correspondido no duele, ese lugar en donde no recordaras el pasado.
Pero despierto y sigo en ese lugar, atado a esos nuedos, sigo siendo el ave que no puede volar, con los mismos traumas y tristezas, oliendo el rechazo de los demas.
Llegara un dia, no se cuando pero llegara, seguire esperando pero se que llegara...Va dedicado a todos los animales, que han sido maltratados por sus dueños, a esas personas que piensan que los animales no sienten, los golpean y los agreden verbalmente.
Carta de una persona que sin necesidad de ser ave, puede sentir el miedo de ese animal.

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