Ahi estaba aquel niño que nacio de mis entrañas, que abrio sus ojos verdes y con su mirada me decia salvame mama. Que momento de desesperacion mi hijo moria en mis brazos, no tenia la cura para el dolor que sentia este ser salido de mi vientre. Lloraba con ganas esta personita que acaba de nacer, pedia auxilio queria vivir.
Yo en esos momentos, le rogaba a Dios que me llevara a mi pero no a el. Solo tenia una hora de nacido queria respirar pero no podia, le soplaba en la boca pensando que aspiraria algo de aire maternal.
Me di cuenta que al acariciar su espalda salia algo de su piel, pude observarlo con detenimiento y al parecer era una especie de pluma blanca.
Pasaban las horas, estaba sola con mi hijo, en esta casa enorme sin ayuda, estaba manchada de sangre.
Mi hijo tenia labios de color azul, sus respiraciones disminuian, el aire que soplaba en su boca no hacia mas que ahogarlo.
Me parecia, lo extraño lo que sentia en su pequeña espalda , eran plumas asperas y blancas , crei que me estaba volviendo loca por la desesperacion que tenia.
Pude recostar mi cabeza en la pared y soñe unos minutos; pude ver en mis sueños a mi pequeño hijo, me decia adios, con sus pequeñas manos, lo queria apretar entre mis brazos pero escapaba, despues de unos segundos comenzo a gatear y se alejo de mis brazos.
Desperte llorando y vi a mi hijo con la cara azul, apenas podia dar pequeñas respiraciones, su pecho silbaba, lo abrace entre mis brazos y le dije al oido: ¨no me dejes¨... En eso escuche una voz que parecia salir del interior de mi pequeño hijo que me decia: Mami te quiero, voy a estar bien, solo vine a conocerte, le pedi a Dios si me podia dejar quedarme unas horas contigo y poder acurrucarme junto a ti, creeme que eso me basta para vivir. Estare en el cielo desde donde te guiare los pasos, siempre te querre, Ahora dejame ir... Vi como mi hijo abria mis brazos, para abrir sus pequeñas alas y volar , y con sus manitos me decia adios. No podia dejar de llorar pero mi corazon estaba en paz, el dolor venia de mis entrañas, no era por haber dado a luz sino el dolor de madre, no podria volver a ver, esos ojitos azules que vi durante horas. Solo rece y pedi por este ser , que habia sido mio y el que vi, cuando se fue volando, diciendome adios.
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